No nos gusta tener que informar ni comunicar noticias como estas, que además se triplican como en este fin de semana. En menos de 24 horas hemos recibido noticias fatales de cuatro muertes en el motorsport. Dos en Italia, un comisario y un piloto de rally, otra en Francia, otro piloto también de rally, y la peor, si es que se puede valorar esta intensidad, la de un niño de 11 años pilotando en un circuito de Karts en Asturias.

La primera era en la edición número 101 de la Targa Florio, tercera prueba del Campeonato italiano de Rally, que tuvo que ser cancelada, tras el accidente que tuvo lugar en el tercer tramo, "Piano Battaglia 1". El Mini Cooper número 29 con Mauro Amendolia y Gemma Amendolia se salía a mitad de recorrido alcanzando además al comisario que controlaba la zona, muriendo éste comisario y Mauro Amendolia, y quedando gravemente herida Gemma Amendolia, que era trasladada inmediatamente al hospital. Las condiciones del terreno se habían complicado con la caída de agua-nieve en la zona. El Mini era utilizado normalmente por las hijas Gemma y Valentina, aunque para esta prueba era el padre quien copilotaba a Gemma. El estado de la pista hizo que Mauro pasara a pilotar, con el consecuente accidente.

La segunda se producía en el Rally Lyon Charbonnieres, del campeonato galo de rallyes. Anthony Perrin, piloto de un Citroën Saxo y de 31 años moría al instante al golpear su coche directamente contra un poste de electricidad. Su copiloto Vincent Rigaud quedó lesionado, aunque fuera de peligro, y tuvo que ser liberado de entre los hierros del coche por los bomberos. Eran las nueve de la noche del viernes.

La tercera era en nuestro país, más concretamente en el circuito de Karts Fernando Alonso de Llanera (Asturias). En una sesión de entrenamiento de cara a la manga del campeonato asturiano de la categoría Cadete de este domingo, el joven burgalés, Gonzalo Basurto, de apenas 11 años, impactaba con otro kart, dando dos vueltas de campana y quedando debajo del kart. Ya entonces tuvo dos paradas cardiorrespiratorias en la misma pista. Una combinación negativa de factores ha hecho mella en la vida del joven Gonzalo, en una especialidad muy enfocada en el tema de seguridad, ya que además el piloto llevaba el equipaje completo para evitar sucesos como éste. El propio Fernando Alonso comunicaba por las redes sociales su profunda tristeza por este hecho.

No debemos buscar culpables en ninguno de estas tres desgracias. Todos sabemos que el deporte del motor es peligroso, cada vez menos, pero, al igual que la carretera, nunca llegará a eliminarse el peligro por completo. Por lo menos no ha habido víctimas entre el público, al margen del pobre comisario italiano. Descansen en paz.