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Hay un Cayenne desde 79.000 euros… ¿Serias capaz de atravesar con él los Pirineos? ¿Y cruzar de Oeste a Este Europa y Asia, digamos, de Madrid a Ulán Bator? Quizás te parezca más fácil bajar de los ocho minutos en el trazado de Nürburgring... Eso es lo bueno del Cayenne: puedes elegir el reto que quieras, y luego hacerlo.

Parece increíble, pero ya se han cumplido 15 años del nacimiento del primer Porsche Cayenne. ¡Cómo pasa el tiempo! Y lo cierto es que si te encuentras con una unidad de la primera generación, su diseño sigue llamando la atención; eso sí, con la misma discreción y elegancia que cuando ves alguno de los nueveonce de generaciones precedentes. Esto nos hace pensar que el Cayenne va camino de convertirse en un clásico, un icono del mundo del automóvil como los es el nueveonce.

La respuesta de la gran mayoría sería: “Claro que sí”. Aunque lo de bajar de ocho minutos en el “Infierno Verde” no está al alcance de muchos. Lo bueno de este coche total es que puedes hacer todo eso, y también disfrutar de un cómodo viaje de fin de semana, llevar a los niños al colegio, ir a la compra; o cargar bicis, tablas de surf y hasta motos de agua en el amplio interior. Es realmente por esto por lo que se trata del coche total, porque vale para todo y todo lo hace bien y fácil.

Hace poco tuvimos la ocasión de darnos un homenaje al volante del Porsche Cayenne para refrescar sensaciones y volver a subirnos al que es, en mi opinión -tal y como ocurre con una conocida marca de cerveza- “posiblemente el mejor todoterreno del mundo”. La prueba fue realmente dura y exigente. Recorrimos cerca de trescientos kilómetros de carreteras secundarias y algunas autopistas, con tramos mojados, hielo y mucha nieve antes de llegar al circuito de Pas de la Casa, en Andorra. También realizamos pruebas off road al límite de la capacidad de tracción no ya de un todo terreno, sino de un Unimog. El recorrido campo a través tenía un cortafuegos en el que de haber estado caminando habríamos sufrido vértigo.

La verdad es que por muy aterrador que queramos ponerlo, para el Cayenne fue solo un paseo. Lo peor para nosotros fue tener que competir en una prueba de mini consumo al volante del Porsche, que es como darle una bolsa de caramelos a un niño y decirle que solo puede mirarla. Y lo peor de lo peor fue cuando, al acabar todo el recorrido, tuvimos que dejar el coche en el parking.

La historia del Porsche Cayenne está más vinculada a España de lo que imaginaba. Y son justamente eso, anécdotas y curiosidades las que hacen grande e interesante cualquier cosa. Resulta que los ingenieros de Porsche Alemania encontraron un pequeño paraíso en España para desarrollar el primer Cayenne. Hablamos de la localidad de Bassella, un pueblecito de una veintena de habitantes a los pies del pirineo leridano donde se encuentra la empresa SIP Outdoor Activities de Pau Soler, especializada en todo tipo de actividades off road, tanto para coches como para motos, con pruebas de enduro, rally o motocross. Pau Soler es un tipo al que ya envidiaba, porque fue el piloto que llevó el Cayenne del equipo español en dos ocasiones en la Trannsyberia, un recorrido entre Moscú y la ciudad de Ulán Bator, en Mongolia, que se cubría en quince días de aventura y 6.000 kilómetros de competición restringida para los Cayenne. Ahora le envidio más, porque he podido conocer Bassella y sus espectaculares instalaciones, ideales para el off road o para perderse unos meses y disfrutar de la montaña, la vegetación, el agua y la comida. En estas instalaciones hay pruebas y fotografías del paso de los ingenieros alemanes, y también de algunos de los máximos dirigentes de Porsche, que disfrutaron de un entorno mágico y de la discreción de estas instalaciones privadas, en las que pudieron probar sus coches lejos de las miradas indiscretas de la prensa y los paparazzi.    

Fue en junio de 1998 cuando Porsche declaró que fabricaría un todoterreno, y muchos nos echamos las manos a la cabeza hablando de sacrilegio y locura… Menos mal que en Porsche no hicieron caso de estos comentarios, que ahora nos parecen absurdos, porque en diciembre de 2002 se fabricaron las primeras unidades, que rápidamente tuvieron una crítica excepcional. Quince meses después ya se habían vendido 100.000 Cayenne, y cuando los más puristas ya habían asumido que un Porsche también podía ser un todoterreno, llegó la segunda generación y con ella el ¡motor diésel! De nuevo, un montón de exaltados hablaban del final de Porsche por cometer semejante locura… hasta que el diésel se convirtió en la versión más vendida del Cayenne. Esto sucedió justo antes de que este Porsche llegara a las 250.000 unidades vendidas, allá por 2009, lejos aún de las 800.000 que ronda en la actualidad, rumbo al millón de Cayenne.

 

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