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Es la versión más deportiva del Q8 y no se priva de nada con un descomunal motor Diésel de 8 cilindros en V con doble sobrealimentación que empuja como un avión a reacciónEs la versión más deportiva del Q8 y no se priva de nada con un descomunal motor Diésel de 8 cilindros en V con doble sobrealimentación que empuja como un avión a reacciónUn SUV con motor Diésel, las prestaciones de un genuino GT y la más completa y sofisticada tecnología del automóvil. Toda una demostración de potencia y eficacia con un precio superior a los ciento veinte mil euros… puede parecer una locura, puede serlo, pero es una auténtica maravilla.

Es el no va más y es un Audi que se mide sin complejos al mejor SUV del mundo. Da igual si viene de Bentley, Porsche, Aston Martin o Rolls, Lamborghini, Mercedes o BMW, está entre ellos, uno de los diez mejores SUV del mundo, y encima con motor Diésel, también con la impecable tracción total quattro. Es uno de esos coches que solo por su concepto en si ya es una exquisita rareza. No sé cuantos venderá Audi en el mundo, en España no creo que sea más de una docena, pero ya me da envidia cada uno de sus privilegiados usuarios. Esta es la versión más deportiva de los Q8, que no se priva de absolutamente nada y monta un descomunal motor diésel de 8 cilindros en V con doble sobrealimentación un V8 biturbo que suena como el V8 de un R8 y empuja como un avión a reacción. No en vano se trata en este momento del motor diésel más potente del mercado europeo gracias a sus 435 CV con un par máximo de ¡900 Nm! plenamente operativo entre 1.250 y 3.250 rpm. Gracias a este monstruoso TDI de cuatro litros, que es un castigo terrible para el cuello y una delicia para los oídos, pasar de 0 a 100 km/h en solo 4,8 segundos con un SUV que parece un gigante con ruedas y que pesa más de toneladas es lo más fácil del mundo. Como lo es alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h y todo ello mientras disfrutas o ignoras, a tu elección, un exquisito cambio automático tiptronic de ocho velocidades con mando secuencial y levas en el volante mientras que la más eficaz tracción integral permanente quattro se encarga que ninguna de las ruedas patine y pierda la compostura. Es todo tan perfecto que te sientes pequeño tanto dentro como junto a un coche como este, y eres plenamente consciente de que el que lo hace todo, es el coche. Si, el coche, porque también va de maravilla en autopista, lógico dirán muchos, pero es que también es divertido en tramos virados y hasta campo a través, eso sí, nunca me lo compraría para meterlo en el campo, o nunca lo haría con las descomunales ruedas que lleva de serie.
El motor me ha ganado por completo. Por como empuja, lo ajustado o razonable de su consumo y por su tecnología. El V8 TDI biturbo de Audi tiene un compresor eléctrico que asiste a los dos turbos en especial a bajas revoluciones, lo que aporta la alegría necesaria a ese régimen crítico. Este sistema está dentro del conjunto eléctrico de 48 voltios porque el Audi es un vehículo hibridado, Mild Hybrid, con un alternador que permite recuperar energía en deceleración para cargar la batería de iones de litio que al final sirve para reducir el consumo. Que sí, que es gasoil y que si me gasto más de ciento veinte mil euros me da igual lo que gaste, lo sé, pero me parece increíble que sea así y me encanta. Más cosas del motor. El mencionado alternador permite recuperar hasta 8 kW en deceleración, ahorro de combustible lo mismo que si el conductor levanta el pie del acelerador entre 55 y 160 km/h el coche, de forma inteligente, decidirá en función de sus necesidades y de diferentes parámetros de utilización en cada momento recuperar energía o seguir funcionando solo con el motor al ralentí o a vela con el motor desactivado hasta 40 segundos de tiempo. Y todo ello sin que el conductor tenga que hacer nada más que disfrutar del camino, solo porque puede hacerlo y para ajustar el consumo porque es lo que debe hacer. Es eficiencia SQ8 TDI.
La transmisión es otra genialidad resuelta con el conocido cambio automático tiptronic de ocho velocidades que opera de forma conjunta con la tecnología MHEV de hibridación ligera ayudando a que la tracción quattro permanente distribuya la fuerza entre las cuatro ruedas  con una proporción de 60:40 entre el tren anterior y el posterior. Y ya que hablamos de ruedas no está demás comentar que este SQ8 TDI está sobradamente calzado de serie con llantas de 21 pulgadas y neumáticos en 285 mm de banda de rodadura y 45 mm de perfil, aunque nuestra unidad de prueba llevaba unas impresionantes llantas de 23 pulgadas con neumáticos en 285 mm pero con 35 mm de perfil, sin duda, muy atractivas y perfectas para rodar por las mejores carreteras, pero no para hacer un poco de campo, para eso no son las mejores, pero, ¿quién quiere hacer campo con semejante coche?
Luego está el tacto, esa sensación de que vas sobre un tanque por su tamaño, pero con la suavidad de una alfombra mágica. Esa sensación de que puedes pasar por cualquier sitio sin el más mínimo problema y esa sorpresa al comprobar que incluso en zona virada, donde por lógica debería ser torpe, es efectivo y además divertido. Y ocurre lo mismo que pasa al admirar el motor, que la tecnología aplicada al bastidor es espectacular y funciona a las mil maravillas. El SQ8 TDI equipa el sistema Audi drive select con suspensión neumática adaptativa y control de amortiguación, un sistema que entre otras cosas ajusta la altura de la carrocería hasta en 90 mm para superar obstáculos en su posición más alta o para mejorar la estabilidad a alta velocidad. Además, lleva un diferencial de corte deportivo que optimiza la dinámica, la capacidad de tracción y la estabilidad porque se encarga de distribuir el par entre las ruedas en la medida exacta que necesita el coche en cada momento. También lleva dirección a las cuatro ruedas, que es lo que aporta se plus de agilidad que casi desconcierta al conductor menos habituado a estas delicatesen tecnológicas. ¿Cómo es que me cuesta aparcar mi coche de tamaño medio y este, que es descomunal, se aparca casi solo? A baja velocidad las ruedas traseras giran en dirección opuesta al eje delantero y a partir de 60 km/h giran levemente en la misma dirección que las delanteras. Una pasada. Luego está la magia de las barras estabilizadoras activas asistidas por un pequeño motor eléctrico que se encargan de evitar o minimizar el movimiento de la carrocería. Esto es tan bueno que me parece adictivo y hasta peligroso, porque puedes pasar por curvas de rango medio y alto a una velocidad tan elevada que cuesta creer y siempre con una sensación de que se puede pasar aún más rápido... delirios de un probador que no llega al límite hace ya mucho tiempo y menos con un coche como este.
Si motor y cambio y tracción y bastidor son el no va más, qué decir del interior. Puertas a dentro es un salón de lujo con cuatro plazas más propias de la sala de gran lujo de un avión de pasajeros de larga distancia que de un coche, sin olvidar la calidad de acabado y el ajuste, la madera y el aluminio, la elegancia y el silencio más absoluto a la hora de avanzar. De verdad que si tuviera los 120.000 euros… me lo compraría. Vas ahí arriba como aislado del mundo exterior, es amplio y cómodo, cabe de todo y aunque llama la atención no lo hace tanto como un R8 en el que es difícil meterse en su interior a partir de cierta edad. Con tres metros de distancia entre ejes y más de cinco de largo ofrece mucho espacio y una capacidad del maletero que va de los 605 litros hasta los 1.755 litros. Es todo lo que necesito saber, bueno también las funciones de climatización y masaje de los asientos, porque luego, la tecnológica de entretenimiento, de comunicación y conectividad, sí como de seguridad están a la altura del mejor de los Audi, y eso es mucho.

Si tuviera los 120.000 euros me lo compraría. Vas aislado del mundo exterior, es cómodo, cabe de todo y no llama la atención tanto como un R8. 7. El Audi SQ8 TDI dispone de una amplia gama de sistemas de asistencia a la conducción, desde el control cruise assist al mantenimiento de carril pasando por el asistente de cruce o el sistema de protección contra bordillos… muy interesante para ir a recoger a los niños al colegioSi tuviera los 120.000 euros me lo compraría. Vas aislado del mundo exterior, es cómodo, cabe de todo y no llama la atención tanto como un R8. 7. El Audi SQ8 TDI dispone de una amplia gama de sistemas de asistencia a la conducción, desde el control cruise assist al mantenimiento de carril pasando por el asistente de cruce o el sistema de protección contra bordillos… muy interesante para ir a recoger a los niños al colegio Gracias al TDI de cuatro litros pasa de 0 a 100 km/h en solo 4,8 segundos. Gracias al TDI de cuatro litros pasa de 0 a 100 km/h en solo 4,8 segundos.

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