Que Paddy Lowe se interpusiera entre el ingeniero de pista de Hamilton y el piloto era síntoma inequívoco de que algo pasaba. Y es que una de las instrucciones de equipo era que las órdenes de equipo deben ser obedecidas y en todo caso, el principal responsable del equipo, Paddy Lowe, debe decidir al respecto. Precisamente eso es lo que pasó en la parte final del Gran Premio de Abu Dhabi con Hamilton. Su ingeniero no paraba de pedirle acelerase su marcha, no para beneficiar a Rosberg, que estaba a su estela, sino para asegurar la victoria sobre Sebastien Vettel, que venía como un tiro desde la tercera plaza con neumáticos ultra blandos frescos. Pero el inglés se protegía del DRS con Rosberg en la primera parte del trazado, para en la segunda parte, la más remozada, esperar al alemán con intención de ralentizarlo. Era en cada vuelta y la telemetría dejaba claro esta maniobra. Podía ser incluso deportivamente aceptable, pero Mercedes tiene un código principal, y es asegurar la victoria. Ver a Vettel recuperando un segundo, o más, por vuelta daba una solución complicada en las últimas vueltas del Gran Premio para Hamilton (no para Rosberg, al que ya se suponía no pelearía por la posición, ya que un tercer puesto también le daba el campeonato), pero Hamilton hacía caso omiso y esto no agradó en absoluto a las altas esferas del equipo, poniendo nombres, Niki Lauda y sobre todo Toto Wolf, que tienen delegadas las decisiones ejecutivas a ese fenómeno que es Paddy Lowe.
¿Qué pasara en el futuro? Conociendo la rectitud del equipo alemán, o mucho me equivoco o Hamilton recibirá más que una reprimenda dentro del equipo que puede tener repercusión incluso en la próxima temporada. El piloto nunca debe ponerse por encima del equipo, por mucho Hamilton que seas. Y menos cuando este equipo, definitivamente te pone en el lugar más alto del podio repetidas veces.