Tan sólo repasar la lista de los veinticuatros abandonos, dos tercios de los equipos inscritos, nos permite tener una idea de la dureza de la prueba convocada por el Rallye Club Costa Azahar. Un rallye que, si bien estuvo dominado claramente por la pareja formada por Carnicer y Garduño, contó con un golpe de efecto final cuando, tras la disputa del último tramo cronometrado, y en el enlace hasta el pódium de llegada, el Ford Fiesta R5 del castellonense tuvo problemas mecánicos teniendo que recibir asistencia ilegal y, de esa manera, la consiguiente exclusión determinada por los comisarios deportivos de la prueba. De esta manera, el triunfo pasaba a manos de Santi Cañizares y su copiloto Ricardo Ranero que, con su Porsche, subían a lo más alto de un pódium en el que estaban acompañados por Polidura y Sanjuán, con otro Fiesta R5, y los locales Donet-Caballer, con Clio Sport.
Apenas catorces equipos en la meta para una vigesimoctava edición del Rallye Cerámica que se recordará por su dureza.
(Fotos Isidroracing de Toledo)