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De otro planeta, como llegado de otro mundo, así es el Audi e-tron GT, una berlina deportiva completamente eléctrica con el rango de prestaciones del mejor deportivo, el tacto más deportivo que el más un genuino de los GT y el lujo más absoluto tanto en tecnología aplicada como en calidad de acabados.

 

Ya lleva algo de tiempo entre nosotros, pero sigue pareciendo llegado de otro planeta. Es la perfección en coche eléctrico. Es, o sería, posiblemente, el coche perfecto si todas las partes de la ecuación del coche eléctrico hubieran hecho los deberes. Como fabricante, nada se le puede reprochar a los ingenieros de Audi, es sensacional en todo, y su única limitación es la que siguen teniendo todos los coches eléctricos, una terrible escasez de infraestructuras para garantizar la recarga de forma permanente. Este Audi es primo hermano del Porsche Taycan, pero tiene una personalidad diferente y bien definida además de toda la tecnología imaginable. El e-tron GT, el gran turismo 100% eléctrico de Audi se ofrece en dos variantes: e-tron GT quattro y RS e-tron GT, el primero es del que nos ocupamos en estas páginas, el “básico” y el segundo es una mala bestia que tuve la suerte de probar en circuito compitiendo además con un descomunal Audi R8 V10, que siendo una absoluta referencia en prestaciones y dinamismo, se las vio y se las deseo para mantener el ritmo frente a esta elegante berlina que sobre el papel, no pretende echar carreras a un R8.
Lo normal sería hablar largo y tendido del luego de cavados, del equipamiento o de la más absoluta suavidad y silencio al rodar a cualquier velocidad, pero este gran turismo nos deslumbra por su rango de prestaciones y por el aplomo y la agilidad dinámica que ofrece al conductor y sus ocupantes. Es una experiencia que engancha. El Audi e-tron GT lleva dos motores eléctricos de alto rendimiento, uno dispuesto en cada eje, que suman 350 kW o 476 CV que llegan a ser hasta 530 CV en los picos que concede el overboost en el sistema de lanzamiento, un orgasmo de prestaciones que apenas dura 2,5 segundos, sin duda más que suficientes para quedar aplastados contra el asiento y conseguir aceleraciones de 0 a 100 km/h inferiores a los 4,1 segundos. Al volante se experimenta una rápida y casi brutal aceleración gracias al sistema de transmisión de dos velocidades pensado para maximizar la velocidad y también la autonomía.
De cómo y cuento se usen lo motores, la aceleración y esos picos de potencia dependerá mucho el rango de autonomía, pero el coche nos ofrece hasta 487 kilómetros según ciclo WLTP.  Afortunadamente, el e-tron GT cuenta con carga rápida, que permite que la batería pase del 5 al 80 por ciento en menos de 23 minutos. Esto debería hacer que los compradores se preocupen menos por la autonomía de los coches eléctricos, algo del todo inevitable al menos por el momento. El e-tron GT dispone de dos puertos de carga, uno en el lado del conductor y otro en el del acompañante para diferentes tipos de conexión. En nuestra prueba superamos con creces los 300 km, y también realizamos unas cuantas breves paradas en cargadores de alto rendimiento que nos devolvieron la autonomía casi al completo tras poco más de veinte minutos deparada, pero la falta de práctica y la desconfianza ante la posibilidad de quedarnos “sin pilas” nos impidieron seguir experimentando hasta dónde llega la autonomía real.
Más que la potencia, más que el diseño, más que el lujo, lo que nos deslumbró y convenció por completo ante este sensacional automóvil eléctrico fue su bastidor, el bajísimo centro de gravedad, el reparto de pesos de casi el 50% entre cada eje, la inmediatez de la entrada de potencia y eficacia con la que se proyecta hacia el frente. El equilibrio entre dinamismo y confort es difícil de igualar y además lo hace de forma entretenida para el usuario, por medio de un útil selector de modos de conducción como es el Audi drive select, que modifica infinidad de parámetros hasta ofrecer diferentes comportamientos, diferentes respuestas. El e-tron ofrece cuatro modos de uso: Efficiency, Comfort, Dynamic e Individual. Todos se diferencian por cambios en la puesta a punto que afectan a la dirección, la suspensión, la tracción y la electrónica en general. En el modo Efficiency, la suspensión baja la altura para beneficiar la aerodinámica, y todo es más suave y todo queda supeditado al ahorro de la energía, limitando la velocidad máxima a 140 km/h y forzando todos los sistemas de regeneración de energía. En el Comfort se suprime el límite de velocidad, la dirección tiene un tacto un poco más rígido y poco más, mientras que en el apartado Dynamic, se impone un tacto mucho más deportivo, tanto para la suspensión como para la dirección, todo se endurece un poco más y el tacto del acelerador y la entrega de potencia es más contundente. Por su parte el modo Individual está reservado para que cada usuario elija a su antojo los diferentes parámetros que le ofrece el e-tron para funcionar al gusto de cada uno. La dirección en las cuatro ruedas es opcional en el GT, pero el nuestro lo montaba y sencillamente se percibe la máxima agilidad en maniobras, muy de agradecer en un coche de semejante tamaño, y luego en carretera o mejor dicho en autopista a velocidades absolutamente ilegales lo que se percibe es una estabilidad y un aplomo que parece dirigido por nuestro cerebro. Incluso en circuito el paso por curva era tan elevado que resultaba del todo complicado hacerlo deslizar.

La sensación al volante es la de llevar un coche inteligente que se anticipa a todo lo que queremos hacer, se conduce muy fácil y responde siempre bien. Además de lo ya mencionado hay que tener en cuenta el control electrónico de la amortiguación, la suspensión neumática de tres cámaras y la tracción quattro eléctrica de ultima generación. Aquí no hay diferenciales Torsen ni mucho de lo que históricamente le ha valido a Audi para ganarse el prestigio mundial de la eficacia de su tracción total, pero de toda esa experiencia se ha adoptado mucha tecnología y puesta a punto electrónica para conseguir la mejor tracción posible y por si fuera necesario, incluso cuenta con un potente diferencial autoblocante situado en el eje trasero. Entre los elementos de tecnología mecánica que más se sienten al volante y que más de agradecer son, se encuentra el e-torque vectoring plus, que refuerza el de tracción total adaptable y garantiza que el e-tron mantenga la estabilidad y la maniobrabilidad sobre cualquier tipo de superficie. El mismo sistema suministra potencia a cada eje garantizando que el vehículo consiga mayor tracción en todas las condiciones y lo cierto es que a pesar de ser un producto totalmente eléctrico, también es quattro y Audi traslada su ADN de tracción total al e-tron GT.
Este coche eléctrico daría para hablar mucho más, largo y tendido, y después de analizarlo con detalle y de disfrutar de su uso, lo único que se le puede achacar es el precio, es lo que tenemos los pobres, y también el consumo, que es elevado y nos exige tener a mano un sitio para recargar. Dicho esto, en realidad no hay pega alguna y si tuviera que comprar un coche eléctrico me compraría este. Y no el RS, el e-tron GT. Tiene prestaciones más que de sobra, es elegante, práctico y no hay quien le tosa en dinámica. El precio es alto y hay que tener en cuenta que el modelo básico apenas supera los cien mil euros, pero con un equipamiento como el de nuestra unidad seguro que andamos rozando los 140.000 euros. Da igual, merece la pena. El tema de la electricidad y su recarga... si me compro este coche tendría mi cargador en casa y seguramente en la oficina, y luego solo hay que evitar salidas en fechas clave y planificar bien el viaje… porque a diario no hay problema con esos más de 400 kilómetros de autonomía. Un coche así me convence, porque al coche eléctrico hay que llegar por convicción, no por imposición.

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